Josh Homme reaviva la esperanza de una reunión con Kyuss

"El regreso de Kyuss ya no es impensable", declara

En una entrevista reciente con el canal de fans Kyuss World, Josh Homme —líder de Queens of the Stone Age— sorprendió al abrir la puerta a una posible reunión con Kyuss, la legendaria banda pionera del stoner rock. “Lo he pensado muchas veces… lo pienso”, confesó el guitarrista, dejando entrever que el regreso de la agrupación no es una idea descartada.

Kyuss, formada en Palm Desert a finales de los años 80, dejó una huella indeleble en la escena del rock alternativo con apenas cuatro discos de estudio. Su alineación más recordada —Homme, John García (voz), Brant Bjork (batería) y Nick Oliveri (bajo)— definió un sonido desértico, crudo y psicodélico que aún resuena en bandas contemporáneas.

Durante la conversación, Homme reflexionó sobre el legado de Kyuss y los conflictos que surgieron tras su disolución en 1995. “Siento que Kyuss fue una unidad pequeña y perfecta, y terminó como debía”, dijo. También expresó su apoyo a Kyuss Lives!, el proyecto que sus excompañeros lanzaron en 2010 sin su participación, y que más tarde se transformó en Vista Chino tras una disputa legal por el uso del nombre original.

“No hay razón para aferrarse a nada negativo. No tengo sentimientos negativos hacia nadie. Nada de eso importa. Así que, sí, es posible”, afirmó Homme, en un tono conciliador que contrasta con su postura de años anteriores, cuando incluso interpuso una demanda contra sus antiguos compañeros.

Este nuevo gesto cobra especial relevancia considerando que Homme ha atravesado momentos personales difíciles en los últimos años, incluyendo problemas de salud que, según algunos medios, podrían haberlo llevado a replantearse su historia con Kyuss.

Aunque no hay planes concretos sobre la mesa, la sola mención de una posible reunión ha encendido la esperanza entre los seguidores del stoner rock. ¿Será este el inicio de una reconciliación definitiva? Por ahora, la respuesta queda suspendida en el aire, como un riff distorsionado flotando sobre el desierto californiano.

Para quienes llevamos el fuzz en las venas y crecimos entre las reverberaciones polvorientas de Blues for the Red Sun o el groove hipnótico de Welcome to Sky Valley, la sola idea de ver a Kyuss reunido es algo más que una anécdota: es una posibilidad emocionalmente abrumadora. Porque Kyuss no solo fue una banda; fue un paisaje sonoro, una filosofía cruda de libertad sónica que nos hizo mirar al desierto como un lugar sagrado.

Quizás no se trate de que regresen para replicar el pasado, sino para cerrar un círculo con la madurez de quienes han vivido, errado y evolucionado. Si alguna vez esos cuatro espíritus se alinean nuevamente, no será solo un acto musical, sino un acto casi espiritual para quienes seguimos escuchando riffs como quien busca respuestas en el viento caliente del Mojave. Hasta entonces, soñamos.